Douro

Abarcando tres Patrimonio Mundial de la Humanidad reconocido por la UNESCO, hay muchas razones para visitar la región del valle del Douro, uno de los tesoros más bellos de Portugal.

En el Centro Histórico de Porto, construido a lo largo de las márgenes del río Douro sobre su desembocadura, se encuentra un conjunto notable de edificios históricos, algunos de los cuales se relacionan directamente con la actividad vinícola, que atestiguaron el desarrollo urbano a lo largo de varios siglos. En la margen opuesta, en Vila Nova de Gaia, se concentra la actividad comercial del vino de Porto y sus famosas bodegas.

Siguiendo el curso del río dorado, se llega al Alto Douro Vinhateiro. Esta es una tierra de tradiciones, un lugar de encantamiento y misticismo, que se extiende por un área inmensa donde la Naturaleza es quien reina, en una simbiosis perfecta con la actividad humana, que moldeó los terrazos, en las laderas abruptas del río Douro y sus afluentes y organizó la producción de vino en fincas acedidas por caminos escénicos sinuosos. Existen registros de producción de vino en la región con más de dos mil años, pero sólo a partir de 1756 la vitivinicultura se empezó a organizar y afirmar internacionalmente con la creación de la Región Demarcada del Duero, la primera en el mundo, precursora de una alianza entre tradición y la modernidad que perdura hasta nuestros días. Como ejemplos de tradición, se encuentra la vendimia manual y la pisa a pie, mientras que por la modernidad se destaca la clasificación de aptitud vinícola de todas las propiedades y la utilización de los más modernos procesos de vinificación.

Más al este, en una región de rara belleza donde el río Côa se entrelaza con el Douro, se alza el Sitio Prehistórico de Arte Rupestre del Valle del Río Côa, un vasto patrimonio arqueológico que reposa desde hace milenios en aquel valle, y que constituye un ejemplo único de las primeras manifestaciones de creación simbólica de la humanidad, y del inicio del desarrollo cultural, que se remonta al Paleolítico.

Fuente: Douro valley