Situado en la cima del monte con el mismo nombre, este mirador es, sin duda, un hermoso lugar para quien pretende tener una visión sobre el litoral de Esposende. Siendo de fácil acceso, a través de la carretera de la Abelheira o por carriles bien marcados, el espacio es amplio y podrá disfrutar tranquilamente del paisaje.
Con el océano como fondo de este escenario, en la cresta de esta cumbre, de la Arriba Fósil, avistará los campos agrícolas de la milenaria marina, el extenso arenal y las dunas de las playas de las Marinhas, Mar, Belinho y Antas.
En términos de ocupación, este lugar, hace 2mil años fue un pequeño castro, al igual que muchos otros castros del Entre Duero y Miño, que probablemente no habrá sobrevivido a la dominación romana. Sin embargo, la falta de excavaciones arqueológicas y las canteras abiertas, acabaron por dejar en el aire más preguntas que informaciones.
A cornar este pequeño local, vemos la humilde capilla, dedicada a la Sra. De la Paz, por el del fin de la II Gran Guerra.